Con permiso, no?

La vida pasa y uno crece y crecen los que lo rodean a uno, y uno es feliz por momentos y por otros no, pero valgan los primeros.
Crecemos entre un montón de personas: las que siempre van a estar, las que son del momento, las que son del momento pero nos hubiese gustado que sean por otros cuantos momentos más y las que estuvieron en el tiempo justo.
Qué bueno que está toda esa gente para completar nuestra vida, tanto la gente que nos hizo bien como la que nos hizo mal, porque aprendemos a no tropezar con la misma piedra y a dejarnos caer también por esa baldosa levantada que nos encanta.


No, no me olvidé. Pero voy a desearte lo mejor por acá, por mi blog, no quiero generar problemas que puedan llegar a afectar a otros ya que no es mi intención, como nunca lo fue. (por lo menos para mi consciente y yo)

Sin más.
Descerebrado

Generador de emociones

Bendito el día en que un espermatozoide y un óvulo se asociaron para crecer juntos y con la mano de Dios de por medio modelando cada progreso de dicha unión, dieron a la criatura más espectacular sobre la faz.
Bendito el padre y la madre de ésta, que la crían como corresponde para mañana poder apreciar algo fuera de serie, una de las pocas que va a marcar diferencia.
Benditos los segundos que paso con ella, porque me olvido de que soy una persona y que el mundo existe y solo siento la felicidad pura. Es imposible que yo me enoje o que me canse de levantarle cien veces los juguetes o cuando me ignora, ignorarla yo... es imposible.
Yo, el tio, bendito por ser el tio.

Que alegría verte crecer, reirme con cada ocurrencia tuya, ver como te reís y como corres cuando te persigo, cuando ponés esa cara de sorprendida cuando algo se cae, escucharte decir "caca" cuando te pregunto "¿qué te hiciste Pili?". JAJA.

Sos preciosa, princesa de mi reino. Te amo demasiado.


Sin más.
El tio.